Me pregunto si no serás tú eso que la gente llama miedo. Me pregunto cuánto de ti habrá en la soledad de la noche, cuando apagan las farolas. Qué seguirá habiendo de ti en aquella cama deshecha, donde hace tiempo me confesaste que tenías miedo de que te dejara caer, y de que me empezaras a querer. Me pregunto qué sabrá la gente del dolor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario