No os pasa que a veces sentís un gran vacío en vuestro interior que parece imposible de llenar? Seguro que a todos os pasa... Pero tan continuamente como a mí? Por qué nos embarga la tristeza cuando más queremos sonreír? A veces nos gusta encerarnos en nuestro propio mundo, haciendo oídos sordos de todo. Y es que en ocasiones pienso... Para que tener que soportar a la gente que detesto? Para que soportar que me juzgue la gente que más quiero? Para que contaminarse con las tristezas de los demás? Para que compartir nuestros problemas sabiendo que absolutamente NADIE va a encontrar una solución?
Pues bien, he llegado a la conclusión de que pasar de todo no sirve. Al revés, pasar de todo nos hace sentirnos peor, aun que no nos demos cuenta. Porque seguimos siendo personas y todo nos afecta, ya sea positiva o negativamente. Y cuando vemos al resto siendo felices, el vacío se extiende desde el estómago hasta llegar y cubrir el corazón, dejándonos sin emoción, sin sentimientos positivos. Y entonces ya es demasiado tarde, han pasado muchas cosas desde tu huida a otro mundo, así, sin darte cuenta. Fue hace mucho tiempo, recuerdas? Una tarde de verano...o una mañana de aquel invierno?
No, en realidad el problema viene de antes, de mucho antes, pero no te diste cuenta, porque en ese momento era una insignificante mota de polvo... Y fue creciendo... Y ahora piensas que ya no puedes hacer nada.
Sal, recuerda momentos y emociones, enfréntate a lo que no fuiste capaz de enfrentarte en un pasado. Sonríe y haz lo que más te gusta, por un instante olvídate de cualquier tipo de prudencia, de cualquier tipo de límite. Abraza a las personas que más quieres hasta ahogarlas, hasta dejarlas sin respiración, y comparte cada milésima de tu oxígeno con ellas, aunque creas que no se lo merecen. Porque las quieres, las quieres mucho aunque no lo quieras admitir. Cambia la imagen que has ido formando de ti en este tiempo, que puede que aun no sea tarde, demuestra que puedes, que quieres.
Y aun así no es suficiente? Tranquilidad, el tiempo arregla lo que puede arreglar y tú no eres un caso perdido. No permitas derrumbarte de nuevo, sin antes haberte reconstruido.
Firmado, ______.
No hay comentarios:
Publicar un comentario